4 formas de disfrutar de un buen vino

El vino es uno de los elementos con mayor presencia en la dieta mediterránea y también una de las mayores señas de identidad de nuestra cultura, ya no solo culinaria, sino también social e incluso histórica. Un buen vino es un acompañante perfecto, un ingrediente capaz de equilibrar y potenciar el sabor en los platos más suculentos y, por supuesto, también un magnifico reclamo turístico para las zonas productoras. Son muchas las formas de tomarlo y los beneficios que hacen de esta bebida una de las más versátiles, en este post deseamos profundizar en esa versatilidad y exponer a los paladares más imaginativos 4 formas de disfrutar del vino para hacer las delicias de todos, tanto expertos amantes del vino como de los recién iniciados.

 1. El vino solo, para aquellos que buscan apreciar todos sus matices

Si deseas degustar un buen vino y desengranar cada uno de sus matices olfativos y gustativos, lo mejor es tomarlo solo igual que se hace en las catas. Esta puede ser la mejor forma de aprender a apreciar el vino para aquellos que desean adentrarse en este complejo mundo. Todo acompañamiento gastronómico, si bien permite destacar otros aspectos del vino, supone una contaminación de sabores y olores o, en otras palabras, hace que descubrir los matices individuales de la botella que hayamos escogido se torne más complicado.

2. El vino como acompañante, para los amantes de la buena gastronomía

Ahora que ya nos hemos dejado deleitar por el placer de tomarnos una buena copa de vino y mejorado nuestra capacidad de apreciación, escoger un vino como acompañante a una igualmente deliciosa cena o comida será el siguiente paso en nuestro camino al disfrute de la versatilidad del vino. No pocas veces esta bebida se ha utilizado como pareja indiscutible de uvas y queso en una de esas llamadas “cenas de picoteo”. La versión más gourmet de este acompañamiento pasa por el maridaje de nuestro menú en un restaurante selecto.

 3. El vino como ingrediente, para los más foodies

Otra de las costumbres recurrentes en la dieta mediterránea, más allá de tomar vino, es cocinar con él. Si bien es frecuente ver todo tipo de formatos de vinos para cocinar en los supermercados, desde Colonias de Galeón lanzamos una advertencia al respecto y es que muchas veces estos vinos cuentan con una muy pobre calidad, un alto nivel de acidez o un exceso de sal, lo que sin duda alterará el resultado final del plato. No es ningún crimen utilizar un buen vino para cocinar; de hecho, la utilización de un vino premium puede ser toda una herramienta a la hora de ensalzar los sabores de la receta, por lo que deberemos prestar a su elección la atención adecuada.

 4. El vino como postre, para los paladares más curiosos

Lo último en alta cocina para aquellos que se atrevan a saborear de un modo totalmente distinto esta bebida. La reducción del ocio fuera de casa en el contexto actual, la realidad de un verano especialmente caluroso o la inevitabilidad de que una bebida tan versátil como el vino de lugar a tantísimas recetas y siga sorprendiéndonos tantos siglos después de su invención… Muchos son los factores que han contribuido a ello, pero lo cierto es que hoy día podemos encontrar tanto por Internet como en los mejores restaurantes todo tipo de helados y refrescantes granizados para tomar a modo de postre o entre platos con sabores muy dispares.

 

Y usted, ¿cómo disfrutará del vino la próxima vez?